Capítulo 6

La aprensión se apoderó de Maxi. ¿Había algún problema con sus borradores? Se puso apresuradamente la bata antes de salir corriendo, afuera el cielo estaba teñido de azul oscuro. Ella y Anette se apresuraron por el sendero sombrío del bosque iluminado por el suave resplandor del crepúsculo.

Anette aumentó el brillo de la lámpara que traía y miró hacia arriba para estudiar el rostro angustiado de Maxi.

—¿Sabes de qué quiere hablarte el maestro Landon?

—Pa-para nada.

Jugueteando nerviosamente con su manga, Maxi se puso a pensar en la runa que había dedicado meses. Había renunciado a dormir y comer para poder terminarlo a tiempo para la competencia. A pesar de sus esfuerzos, el  mago superior podría haber descubierto un defecto que había pasado por alto. La ansiedad hizo acelerar sus pasos y su corazón comenzó a encogerse en su pecho. Cuando finalmente llegaron a Nome Hall, Anette señaló la enorme caja de hierro con forma de jaula unida al exterior de la torre.

—El maestro Landon debe de estar esperándote en su oficina. Estaré en el taller comunal, así que ven a buscarme si necesitas ayuda.

—Gracias.

Después de esperar a que Maxi entrara en la caja, Anette cerró la puerta y bajó la palanca adyacente. El artilugio comenzó a traquetear mientras subía por la pared. Maxi se aferró a las rejas de hierro y se obligó a no mirar hacia abajo. El bosque oscuro se extendió como una alfombra bajo sus pies mientras se levantaba.

Pronto, el océano azul grisáceo se extendió más allá del borde de los bosques. Miro con nostalgia las aguas lejanas y solo apartó los ojos cuando sintió que las lágrimas brotaban. La polea se detuvo con un ruido metálico. Maxi salió con cuidado de la caja con piernas tambaleantes y entró en la torre a través de una abertura en el costado del edificio. Cruzó un pasillo abarrotado y se detuvo ante una puerta de madera.

Ante su suave golpe, una voz ronca llamó desde el interior de la habitación.

—Adelante.

Maxi entró en una espaciosa oficina llena de montones de libros. Un anciano barrigón estaba sentado leyendo junto a una chimenea encendida.

—Pido disculpas por llamarte aquí a una hora tan tarde.

Dijo, cerrando de golpe su libro.

—Consideré esperar hasta mañana, pero pensé que sería mejor hablar con menos oídos alrededor.

—¿Puedo preguntarle de qué desea hablar, maestro Landon?

Dijo Maxi, luciendo incómoda. Landon señaló con un dedo regordete la silla vacía frente a él.

—Por favor, tome asiento primero.

El mago superior extrajo un paquete de pergaminos enrollados de una pila de libros. Maxi inmediatamente lo reconoció como sus borradores de runas. Los desplegó en su regazo y los miro en silencio durante un rato.

—Supongo que sabes por qué te he llamado aquí.

—¿Hay…algún problema?

Landon negó con la cabeza.

—En absoluto. En realidad, todo lo contrario. Esta runa tuya es bastante ingeniosa. Tan ingeniosa, de hecho, que me resulta difícil creer que haya sido creada por un novicio de tercer año.

Los ojos de Maxi se abrieron ante el inesperado elogio. Aunque había dedicado mucho tiempo y esfuerzo a crear la runa, no se había atrevido a esperar tal aprobación de parte del mago superior de Nome Hall. El reconocimiento de sus habilidades hizo que su corazón se llenará de alegría, pero la aprensión volvió a invadirla cuando noto el semblante pensativo de Landon.

—Entonces… ¿por qué…?

—Es demasiado excepcional.

Respondió Landon, golpeando el pergamino con un dedo ancho.

—Estoy seguro de que serás elevada a maga superior en el momento en que presentes esta runa.

—¿Ma-maga superior?

Dijo Maxi, sus ojos se abrieron aún más por el asombro.

Landon asintió con expresión grave.

—Como estoy seguro de que debes saber, si te conviertes en maga superior, recibirás el respaldo de Nornui y se te otorgará la libertad de estudiar varios tipos de magia. A cambio, estarás atada a la isla y se te prohibirá salir, sin permiso.

El color desapareció del rostro de Maxi. Miró horrorizada a Landon y la runa. Su respiración se volvió superficial como si estuviera siendo estrangulada.

—No-no lo entiendo. De hecho, trabajé duro en ello, pero pensar que fue tan impresionante… E-es bastante simple en comparación con la magia avanzada…

—Una runa complicada no siempre equivale a una magia excepcional. De hecho, una runa más simple es más fácil de usar y esta es una obra maestra en ese sentido.

Landon recogió el pergamino y se maravilló de él antes de arrugar el ceño.

—Pero dudo que alguna vez sea usado. Lo más probable es que Urd lo agregue a su lista de hechizos prohibidos. Que lastima que una magia tan asombrosa deba pudrirse en esta isla porque la Torre tiene demasiado miedo de perder el favor de la iglesia.

Landon exhaló un suspiro de consternación y Maxi permaneció sentada, atónita, en silencio. ¿Era su runa realmente tan increíble? No pudo hacer mucho más que parpadear. Al notar su expresión aturdida, Landon chasqueó la lengua.

—¿No consideraste ninguno de los peligros de crear un golem? La iglesia nunca tolerará la existencia de tal magia. Cualquier hechizo que involucre monstruos está estrictamente prohibido.

—Pe-pero un golem no es un monstruo! Me dijeron que un golem es un tipo de dispositivo mágico. Se-según los registros históricos… los golems fueron creados en grandes cantidades durante la edad de oro de la dinastía Roem para luchar contra los monstruos.

—Y los golems creados en aquel entonces están ahora atacando indiscriminadamente a los humanos. Es por eso que la gente fuera de esta isla los considera monstruos, lo cual se ha convertido en el consenso general.

Landon agitó el pergamino.

—Para decirlo claramente, la runa que has diseñado es un hechizo para crear un monstruo. ¿Cómo crees que reaccionaría la iglesia si supiera que existe tal magia?

Maxi estaba demasiado horrorizada para decir nada. Finalmente, se dio cuenta de la gravedad de su situación y le arrebató el borrador de las manos al mago principal. Ella no le prestó atención a su sorpresa y se metió el pergamino en la túnica.

—Vo-voy a fingir que esto nunca existió. Así que por favor… olvide que alguna vez lo vio, maestro Landon.

Landon se quedó boquiabierto de incredulidad.

—Entonces, ¿qué pasa con la presentación?

—Cre-crearé una nueva runa, así que por favor ignore esta. No-no le he dicho a nadie para qué sirve la runa… así que no debería representar una amenaza si nunca volvemos a hablar de ella.

De repente, recordó a los hermanos Godric inspeccionando los borradores en el taller comunal. Aun así, con las habilidades de los gemelos, dudaba que hubiesen descifrado el propósito de la runa en tan poco tiempo. Incluso si lo hubiesen hecho, sabía que ellos no se lo dirían a nadie si ella se los pedía.

—No-no tengo la intención de quedarme en la Torre de los Magos.

Dijo Maxi, con un tono suplicante.

—Me he estado dedicando a mis estudios… para poder regresar al lado de mi esposo lo antes posible. Así que se lo ruego… por favor, mantenga esto entre nosotros.

—Si no deseas quedarte, ¿por qué trabajaste en una runa así cuando podrías haber escogido otra entre tanta cantidad?

—Yo… me interesé en la idea mientras investigaba a los magos antiguos.

Murmuró Maxi, con un sonrojo coloreando sus mejillas.

No se atrevía  admitir que se había decidido por la runa después de días de reflexionar sobre formas de ayudar a Riftan en la batalla. Landon la miró con sus ojos ámbar por mucho tiempo antes de suspirar suavemente.

—No hay necesidad de que estés tan inquieta. Si hubiera querido obligarte a presentar eso, no te habría llamado a mi oficina a una hora tan tarde.

—¿E-entonces…?

—¿Hay alguien en esta isla que no sepa con qué desesperación quieres abandonar este lugar?

Landon dijo malhumorado antes de recostarse en su silla.

Aun así, quería estar seguro de que era lo que realmente querías. Esa runa te garantizará un lugar en Nornui. Debo admitir que estuve tentado a no mencionarte este asunto en absoluto para asegurarme de que este hechizo viera la luz del día.

Le dedico a Maxi una sonrisa amarga cuando ella frunció los labios.

—Evidentemente, lo he reconsiderado desde entonces. Hacerlo hubiera asegurado a Nornui su segundo desertor…

—No es …que no sea feliz aquí.

Dijo Maxi con cautela.

—Simplemente, quiero volver con mi familia. Aprender magia es ciertamente gratificante… pero no puedo imaginar toda una vida aprendiendo magia en esta torre. Deseo estar con mi esposo.

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