Capítulo 8

Sorprendida, Maxi se giró y vio a Anette entrenando en el taller comunitario. Se acercó a Maxi y se inclinó para poder oírla por encima del ruido de los engranajes.

—¡El maestro Landon te está buscando!

Anette grito a todo pulmón.

—¡Él te quiere en su oficina ahora!

Tan pronto como entendió el mensaje ensordecedor de la niña, Maxi sintió que sus lágrimas se secaban instantáneamente. Se puso de pie y miro a Anette con temor.

—¿Po-por qué?

Todo lo que Anette le pudo ofrecer fue un encogimiento de hombros. Suspirando, Maxi salió del taller. ¿Qué razón podría tener el mago principal para querer verla esta vez? Se apresuró por el pasillo hasta la enorme jaula de acero. Después de pedirle a alguien que pasaba por ahí que activara la polea, Maxi abrió la puerta y entro.

Pronto, la caja de acero traqueteo y resonó antes de elevarse lentamente del suelo. Se arregló el vestido arrugado y el cabello despeinado mientras subía a los niveles superiores. Ya que algún día estaría solicitando una carta de recomendación lo suficientemente impresionante como para ganarse la aprobación de los magos de Urd, quería asegurarse la simpatía del mago principal tanto como fuera posible. Era consiente de la buena opinión que el maestro Landon tenía sobre sus habilidades, pero aún era posible que el prefiriera a los magos de su tribu antes que a ella. Maxi hizo todo lo posible por alisar los mechones de cabello suelto.

Al poco tiempo, la polea se detuvo. Abrió la puerta con cautela y salió. Cuando llamó a la entrada en forma de arco, sonó la voz de Landon, invitando a pasar.

—Buenas noches, maestro Landon.

Dijo Maxi mientras entraba lentamente.

En el interior, Landon estaba sentado frente a un hombre alto y flaco. Los ojos de Maxi se abrieron como platos. Estaba esperando que él estuviera solo. El extraño estaba de espaldas a Maxi, pero miro por encima del hombro cuando ella entró, mirándola con ojos grises azulados.

Maxi se quedó helada al reconocerlo. Era Calto Serbel, un mago al que una vez había oído que lo describen como uno de los ancianos de la torre. S influencia era considerable dentro de Nornui. Pensando que había llegado en un momento inadecuado, dio un paso atrás.

—Me dijeron… que querías verme. No quise interrumpir…

—Ven, toma asiento.

Dijo Landon, señalando una silla vacía.

Maxi estudió el rostro de Calto Serbel antes de sentarse tentativamente. Al ver su nerviosismo, Landon le sonrió como para aligerar el ambiente.

—No te llame aquí para regañarte, así que no hay necesidad de que estés tan tensa. Hay una propuesta que me gustaría que consideraras.

—¿Una propuesta?

Fue Calto Serbel quien respondió.

—Permíteme explicarte.

Maxi se estremeció y se dio la vuelta para mirarlo. Su edad era imposible de adivinar. Aunque el mago tenía la piel tensa de un joven de unos veinte años, su cabello gris cuidadosamente recogido estaba salpicado de blanco. Manchas de la edad apenas visibles salpicaban el dorso de su mano huesuda que agarraba el apoyabrazos. Esos eran los únicos indicadores de que el hombre podría ser mucho mayor de lo que parecía.

Los ojos penetrantes de Calto la observaron antes de continuar.

—La Torre de los Magos tiene pensado realizar una expedición al continente Roviden en un futuro próximo, y actualmente estamos en el proceso de reclutar magos aptos para la tarea.

Maxi parpadeó con la mirada perdida.

Después de permitir que el silencio se prolongara, Calto añadió:

—Esperábamos que usted sé uñera a nosotros.

—¿Y-yo?

Él asintió lentamente.

—El maestro Landon me dijo que manejas la lengua antigua y que eres muy hábil con las runas. Entiendo que te interesaste en ese campo desde el principio y te has centrado en él desde entonces. El grupo de expedición necesita magos como tú.

—Pe-pero… todavía tengo que terminar mi entrenamiento…

—De hecho, sería un poco prematuro, pero si te unieras a la expedición, se te otorga una runa elemental. Con la condición de que lleves a cabo tu tarea hasta completarla, por supuesto.

Fue una oferta tan impactante que Maxi casi se puedo de pie para gritar que haría lo que quisieran. El mismo problema por el que había estado cabizbaja se resolvería si se unía al grupo de expedición. No solo recibiría su runa elemental y se convertiría en una gran maga, sino que incluso podría abandonar la isla mucho antes. Aun así, no sería prudente que les dijera que estaba de acuerdo sin saber que implicaba la tarea.

Esforzándose por ser lo más sensata posible pregunto:

—¿Cuál… es el propósito de la expedición? ¿Que podría querer la torre de los magos con una novata como yo?

Líneas profundas aparecieron arrugando la frente de Calto, acaricio su barbilla, acaricio su barbilla sin barba con un dedo huesudo antes de decir sombríamente:

—El asunto de la expedición solo se conoce entre unos pocos magos superiores que ya han aceptado unirse a ella.

—¿Estás diciéndome que no puedes decirme cuál es la misión… a menos que y acepte primero?

—No, no es mi intención coaccionar sin ningún conocimiento de en que te estás metiendo. Sin embargo, hasta que la Torre haga oficialmente el anuncio… te pido que no le digas a nadie lo que estás a punto de escuchar. No queremos causar disturbios innecesarios.

Eso significaba que la expedición involucraba asuntos de gran importancia. Mordiéndose el labio inferior, Maxi asintió lentamente.

—Lo entiendo. No sé lo diré a nadie.

Calto la miraba atentamente como para asegurarse de cuanto se podía realmente confiar en ella antes de explicarle con una voz monótona.

—Estoy segura de que sabes sobre la invasión de monstruos hace tres años. Un ejército compuesto principalmente por trolls causo estragos en toda la región noroeste después de fomentar una alianza con los monstruos de la raza Ayin, causando una guerra terrible.

La cara de Maxi se oscureció ante el inesperado tema. Se preguntaba cuantos de los magos de la torre podrían decir que sabían más sobre la guerra que ella. Incluso ahora, los horrores de aquellos tiempos todavía atormentaban sus sueños.

Ella asintió.

—Sí, lo sé muy bien. Antes de venir aquí… serví como sanadora en el campo de batalla durante la guerra.

—Ah, si es cierto.

Frunciendo el ceño, Calto la recorrió con la mirada como si la viera bajo una nueva luz. La historia de como había llegado a Nornui era una especia de cuento legendario entre los pocos magos superiores que estaban al tanto de ella.

Calto arrugo la nariz, sumido en sus pensamientos.

—Muchas cosas acerca de la guerra son bastante dudosas. Los monstruos estaban muy bien equipados y completamente protegidos y tenían un ejército con una cadena de mando sorprendentemente organizada. ¿Entiendes las implicaciones de eso? Significa que alguien paso mucho tiempo convirtiendo a monstruoso en soldados. Es posible que estos monstruos formaran una civilización muy avanzada en las regiones más allá de la meseta de Pamela. Temerosa de que aún pudiera existir allí restos de esta civilización, la iglesia persiguió implacablemente al ejército disperso, pero parece que el terreno árido y accidentado de la región dificultaba el reconocimiento. Cientos de monstruos desaparecieron como fantasmas, mientras que las fuerzas de Osyriyan se encontraron en medio de un territorio sobre el cual no sabían nada. Como puedes imaginar, su misión no era diferente a la de encontrar una aguja en un pajar. Solo ahora han encontrado algunas pistas.

La inesperada revelación de esta inesperada noticia dejo a Maxi atónita. La idea de que pudiera existir una vasta civilización de monstruos en una región misteriosa donde la humanidad nunca se había aventurado la hizo estremecerse.

Ella tragó saliva y pregunto con cautela:

—¿La Torre de los Magos… está enviando al grupo de expedición a investigar esta pista?

—Correcto. La iglesia ha solicitado su ayuda en privado y, después de mucha deliberación, la Torre de los Magos ha decidido cooperar con ellos en el reconocimiento de la meseta de Pamela.

Maxi frunció el ceño cuando recordó a los cinco paladines que habían visitado la Torre de los Magos el mes pasado. Aunque ambos bandos se toleraban mutuamente en la actualidad, la iglesia tenía una historia de persecución despiadada contra los magos. La propia Torre había sido creada para proteger a los magos de los cazadores de paganos. Cuando comenzó la era del armisticio después de la caída de la dinastía Roem, la iglesia y la Torre de los Magos Implícitamente, también habían entrado en una tregua. Sin embargo, incluso con esta paz, los fieles seguidores de la iglesia ortodoxa todavía tenían una nula buena disposición hacia la magia. ¿Por qué Osiriya pediría la ayuda de la Torre sabiendo muy bien que provocaría una fuerte oposición?

—¿De qué se trata exactamente esta pista… que descubrieron en la meseta de Pamela?

Por primera vez desde que comenzó la conversación, Calto parecía vacilante. Mientras él continuaba poniéndose nervioso en silencio, con cara de inquietud, Landon intervino.

—Se descubrieron las ruinas de un pequeño pueblo en la parte este de la meseta. También se encontraron registros escritos en la lengua antigua.

Incapaz de comprender de inmediato todas las implicaciones de las palabras del mago principal, Maxi solo parpadeo. Cuando finalmente comprendió el significado, encogió los hombros para evitar un escalofrío espeluznante que le recorrió la espalda.

—¿E-estás diciendo…que descubrieron rastros de un asentamiento humano?

—Sí.

Dijo Landon con voz grave.

—Y creemos que las personas que vivían allí eran los magos oscuros que la iglesia desterró al norte después de su rebelión fallida.

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