Llora, rey demonio

Baek Yeon-geon ha estado enamorado en secreto de su mejor amigo, Yoon I-hwa, durante cinco años. A pesar de sus esfuerzos por renunciar a esos sentimientos, I-hwa parecía obsesionado con él y se negaba a dejarlo ir. La actitud ambigua de I-hwa era difícil de interpretar como simple preocupación por un amigo.

Un día, en medio de una mezcla de emociones que nunca había experimentado, Baek Yeon-geon decide confesar que es gay. Sin embargo, en lugar de aceptación, I-hwa lo hiere con un comentario cruel: le dice que no sabe nada porque nunca ha tenido relaciones sexuales con una mujer.

Decidido a olvidar a I-hwa, Yeon-geon lleva a otro hombre a su casa e intenta tener sexo con él. Pero no logra seguir adelante y la experiencia queda inconclusa. Como si las cosas no pudieran empeorar, I-hwa llega inesperadamente a casa de Yeon-geon para intentar reconciliarse, solo para encontrar gel íntimo en la cama, con claros rastros de haber sido usado por alguien más.

Ese descubrimiento lleva a I-hwa a perder el control de la razón. En un impulso desesperado, le hace una propuesta inesperada a Yeon-geon:

—Si el sexo es tan importante, prefiero hacerlo contigo.

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